Para la
definición del contexto normativo en el que iba a moverme comencé con aquel que
en la construcción de viviendas parece más evidente, el Código Técnico de la Edificación
(CTE). Al "enredarme" con esta norma en aquello que tiene que ver con
mi propuesta comencé a cuestionarme conceptos que, sin ella, pueden ser
obviados.
Mi mayor
conflicto era el hecho de entender como "pavimento" el "jardín
de especias" que conformaba todo el espacio que rodea a los comedores, puesto
que en ningún caso a nivel de normativa parece admisible que una vivienda tenga
como pavimento el propio terreno sin aislar de ningún modo. Al examinar más
detalladamente el DB-HS1 me paré en el siguiente artículo:
Y aquí es donde
está la cuestión a definir: ¿Qué se considera como espacio interior?
Me parecía
bastante evidente en un principio que el "interior" propiamente dicho
de la casa para María que estaba proponiendo era todo aquello que el rectángulo
exterior del dibujo delimitaba, todo aquello que estaba circunscrito en la
fachada.
Definir los
límites entre interior y exterior estaba por resolver. El exterior es el lugar
donde el hombre está expuesto a su entorno. El interior es donde se refugia y
está protegido. Estos límites son fundamentales para comprender que el espacio
interior es el núcleo principal de la casa. Pero, ¿Realmente los límites entre
lo que está dentro y lo que está fuera son visibles? ¿Interviene otro sentido
aparte del visual para poder entender lo que es interior?
En el ámbito
normativo este es un término algo ambiguo. Por ejemplo, en el concurso de
vivienda RIFA, definen en sus bases que se considera que un espacio es exterior
si al menos uno de sus lados es abierto, de lo contrario se computa como área
interior.
En el cuento Un mensaje imperial, Kafka describe un
lugar que seguramente es reflejo de su propio universo interior. Es fascinante
adentrarse en ese palacio que no tiene fin, en esa sucesión de espacios que el
mensajero recorrerá y del que nunca saldrá. Pasará de un palacio a un patio
para volver a entrar a otro palacio y luego a otro patio y pasarán mil años y
todavía estará dentro. Palacios, patios, calles y nuevamente palacios, patios y
calles, y luego la ciudad, etc. El cuento finaliza haciendo mención de un
elemento que nos hace volver a la realidad: la ventana.
¿Qué puede
significar el estar frente a una ventana mirando a través de ella? Es posible
que en ese instante la persona que está mirando a través de la ventana sienta
que está en un espacio interior, proyectando en el exterior un pensamiento, un
sentimiento, un recuerdo, nostalgia, o simplemente escuchando el silencio. En
este sentido, la ventana se convierte en un elemento que pone de manifiesto que
el espacio interior no está encerrado entre cuatro paredes, es un concepto
ambiguo.
En mi caso,
parece que el espacio del jardín es un "espacio exterior" y los
comedores son "interiores", puesto que aquí es donde uno se recoge y
observará de lo que ocurre en la cocina-jardín, el exterior.
En referencia a
esto se me viene a la mente el caso del Restaurante El Churra (Murcia). Este es
un restaurante que ha convertido un local en planta baja en una terraza
cubierta donde poder fumar a pesar de la ley antitabaco.
Comiendo en la
terraza nueva de este nos damos cuenta de que lo que para la "ley"
puede ser un espacio exterior para los usuarios puede ser interpretado como
interior.
BIBLIOGRAFIA
La ciutat de K. Franz Kafka i Praga (1999) Diputació de Barcelona: Institut d'Edicions. pág. 178
KAFKA, F. (1974) Cuentos. Argentina: Ed. Orion. pág.21
RIFA GEN Concurso de Vivienda (2008) Primera ronda de preguntas. Disponible en: http://farq.edu.uy/casa/2013/files/2013/09/RESPUESTAS-CONSULTAS-1-RONDA1.pdf
jpfolio.com [página web] Arquitectura Imaginaria. Disponible en: http://www.jpfolio.com/arquitectura%20imaginaria.htm [fecha de acceso: 2014, 24 de marzo]
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