lunes, 24 de marzo de 2014

NORMATIVA

         Para la definición del contexto normativo en el que iba a moverme comencé con aquel que en la construcción de viviendas parece más evidente, el Código Técnico de la Edificación (CTE). Al "enredarme" con esta norma en aquello que tiene que ver con mi propuesta comencé a cuestionarme conceptos que, sin ella, pueden ser obviados.
         Mi mayor conflicto era el hecho de entender como "pavimento" el "jardín de especias" que conformaba todo el espacio que rodea a los comedores, puesto que en ningún caso a nivel de normativa parece admisible que una vivienda tenga como pavimento el propio terreno sin aislar de ningún modo. Al examinar más detalladamente el DB-HS1 me paré en el siguiente artículo:


        
         Y aquí es donde está la cuestión a definir: ¿Qué se considera como espacio interior?
         Me parecía bastante evidente en un principio que el "interior" propiamente dicho de la casa para María que estaba proponiendo era todo aquello que el rectángulo exterior del dibujo delimitaba, todo aquello que estaba circunscrito en la fachada.
         Definir los límites entre interior y exterior estaba por resolver. El exterior es el lugar donde el hombre está expuesto a su entorno. El interior es donde se refugia y está protegido. Estos límites son fundamentales para comprender que el espacio interior es el núcleo principal de la casa. Pero, ¿Realmente los límites entre lo que está dentro y lo que está fuera son visibles? ¿Interviene otro sentido aparte del visual para poder entender lo que es interior?
         En el ámbito normativo este es un término algo ambiguo. Por ejemplo, en el concurso de vivienda RIFA, definen en sus bases que se considera que un espacio es exterior si al menos uno de sus lados es abierto, de lo contrario se computa como área interior.

         En el cuento Un mensaje imperial, Kafka describe un lugar que seguramente es reflejo de su propio universo interior. Es fascinante adentrarse en ese palacio que no tiene fin, en esa sucesión de espacios que el mensajero recorrerá y del que nunca saldrá. Pasará de un palacio a un patio para volver a entrar a otro palacio y luego a otro patio y pasarán mil años y todavía estará dentro. Palacios, patios, calles y nuevamente palacios, patios y calles, y luego la ciudad, etc. El cuento finaliza haciendo mención de un elemento que nos hace volver a la realidad: la ventana.
         ¿Qué puede significar el estar frente a una ventana mirando a través de ella? Es posible que en ese instante la persona que está mirando a través de la ventana sienta que está en un espacio interior, proyectando en el exterior un pensamiento, un sentimiento, un recuerdo, nostalgia, o simplemente escuchando el silencio. En este sentido, la ventana se convierte en un elemento que pone de manifiesto que el espacio interior no está encerrado entre cuatro paredes, es un concepto ambiguo.

         En mi caso, parece que el espacio del jardín es un "espacio exterior" y los comedores son "interiores", puesto que aquí es donde uno se recoge y observará de lo que ocurre en la cocina-jardín, el exterior.
         En referencia a esto se me viene a la mente el caso del Restaurante El Churra (Murcia). Este es un restaurante que ha convertido un local en planta baja en una terraza cubierta donde poder fumar a pesar de la ley antitabaco.
         Comiendo en la terraza nueva de este nos damos cuenta de que lo que para la "ley" puede ser un espacio exterior para los usuarios puede ser interpretado como interior. 



BIBLIOGRAFIA
La ciutat de K. Franz Kafka i Praga (1999) Diputació de Barcelona: Institut d'Edicions. pág. 178

KAFKA, F. (1974) Cuentos. Argentina: Ed. Orion. pág.21

RIFA GEN Concurso de Vivienda (2008) Primera ronda de preguntas. Disponible en: http://farq.edu.uy/casa/2013/files/2013/09/RESPUESTAS-CONSULTAS-1-RONDA1.pdf

jpfolio.com [página web] Arquitectura Imaginaria. Disponible en: http://www.jpfolio.com/arquitectura%20imaginaria.htm [fecha de acceso: 2014, 24 de marzo]

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