lunes, 24 de febrero de 2014

TASKSCAPE: UNA COMIDA FAMILIAR

       Mi oferta a María Langarita es la creación de un espacio de socialización íntimo en torno a la comida, una casa centrada en el ritual de la comida con invitados (familiares, amigos, compañeros de trabajo, clientes, etc.).
        Como dicen Marie-Noël Stourdze-Plessis y Hélène Strohl (1980): 
<<El acto de comer implica un aspecto funcional y ritual [...] es ese acto social donde se mezclan memoria y moda, discurso y práctica;[...] define comportamientos y establece diferenciaciones. [...] Es un lugar de convivencia, lugar del discurso y del enunciado>>

         Este  espacio debe estar compuesto  exclusivamemente de las relaciones
entre los espectadores y los objetos.
         Por esta razón creo que el contexto material es, por ejemplo, esa comida familiar; cómo sucede, quienes son los asistentes y qué comen y cómo se lo comen. Ya que esto nos dará como resultado una coreografía del comer que nos permitirá crear el espacio, definir el mobiliario y los accesorios que definirán su campo de actuación.

      Cada uno de esos personajes son agentes en sí mismos por separado. Observamos en ellos un ritual, un código de reglas que va desde la forma de coger el cuchillo y el tenedor, hasta cuánto esperan para coger una porción de comida. Es evidente que existe una regulación de los modales común, pero dependiendo de la educación, la cultura, la edad y la personalidad de cada uno, la aplicación de estas es única. La comida, la mesa, los platos, los cubiertos, las servilletas, los vasos, son otros de los agentes de los cuales depende lo que sucede en nuestro contexto. Cómo y dónde estén colocados, su presencia o su falta, puede variar por completo el flujo de acciones a su alrededor.





      Nos situaremos en esa comida familiar, hoy María ha invitado a cenar a dos de sus amigas, dos antiguas compañeras de clase, también arquitectas; además, hoy han venido sus padres. Mientras la pizza está en el horno ella va poniendo la mesa. El olor de la comida ha llenado toda la casa. Primero el mantel, luego las sillas, los platos, los vasos, los cubiertos y las servilletas. Pone la comida en la mesa justo cuando sus invitados tocan a la puerta y se sientan a comer. 
     La distancia entre el comedor y la cocina, cuántos platos componen el menú, el mueble que está tras uno de los invitados y le limita el movimiento hacia atrás de la silla, la nevera por si tiene que levantarse a por bebida; todos estos son agentes.
       Trataremos de modificar de cierta manera la rutina de la comida. Entiendo que todos los modales y convenciones que tenemos alrededor de una mesa dependen tanto de lo que nos han enseñado, como de lo "cómodos" que nos sentimos en ella. No es lo mismo una comida familiar en la cual "hasta cierto punto" puede uno dejar los convencionalismos a un lado, lo cual en una cena oficial con un cliente no puede ocurrir. Lo que quiere decir que la coreografía del comer tiene una estrecha relación con la intimidad del espacio del comer, ya que hay cosas que no se pueden hacer o, más bien, que los demás no quieren verte hacer.

      <<Este estricto sometimiento a normas y equiparamiento no tiene ningún fin externo, significa exclusivamente la superación o transformación que experimenta el egoísmo individual materialista, en virtud del tránsito a la forma social de la comida>> (Georg Simmel, 1986, p. 161)
     De este modo, modificando el entorno de tal forma que creemos un espacio de intimidad individual en el comer, modificaremos el movimiento en torno a este. Y nunca dejando atrás el hecho social que implica este acto.


BIBLIOGRAFIA

(1) SIMMEL, G. (1986) Sociología de la ComidaBarcelona: ED. Revista de Occidente.
(2) STOURDZE-PLESSIS, M. N. (1980) Sociología del conocimiento: El conocimiento del comedor. México: FCE.
(3) FERNÁNDEZ PASCUAL, D. (2011) Food as eating choreography. Deconcrete. Disponible en:  http://www.deconcrete.org/2011/01/18/food-as-eating-choreography/ [fecha de acceso: 2014, 24 de febrero]

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